El  juego de póker es un juego de cartas popular que combina habilidad, estrategia y suerte. Usualmente jugado con una baraja estándar de 52 cartas, el objetivo es formar la mejor mano posible o hacer que los demás jugadores se retiren mediante apuestas. Existen varias modalidades, como el Texas Hold’em, el Omaha o el Póker clásico, pero todas requieren que los jugadores utilicen fichas para apostar y que sigan una serie de rondas de apuestas. El juego se caracteriza por su tensión y emoción, ya que los jugadores deben leer las jugadas de sus oponentes y gestionar su propio riesgo. Ideal para juegos sociales y competencias.